Julio César Rivas...

Por: Tamara Suju Raffo

-22 años pero con una claridad y una posición sobre lo que quiere para su país, mas acentuada y firme que la de muchos que conozco que hacen vida dentro de la fauna llamada oposición.
-La primera vez que vi a Julio Rivas, fue en los sótanos del BAE, luego de haber permanecido 15 horas incomunicado tras su detención en Valencia, Edo. Carabobo, el día Lunes por la noche. Un muchacho, como cualquiera de nuestros hijos, con la mirada en alto, por supuesto con los vestigios del susto que pudiera significar haber sido trasladado por un comando del grupo perteneciente al CICPC, esposado, y sin haber podido comunicarse con algún abogado o con un amigo o familiar para que supieran donde lo llevaban.

Todavía guardo los mensajes de sus compañeros angustiados, que pedían “confirmar” si estaba en la Disip de Naguanagua, o el la sede del CICPC de Carabobo, o en la Disip del Helicoide…hasta que por fin, a altas horas de la noche, se supo que estaba en la sede del grupo BAE en San Agustín. Haber sido su primer hombro de apoyo para que supiera que no estaba solo, será siempre un aliento para seguir luchando por todos aquellos que están tras las rejas secuestrados por la Injusticia de esa cosa que llaman Sistema Judicial venezolano.

A Julio Cesar Rivas le ratifican en la audiencia preliminar, los delitos que la fiscalía le estaba imputando. -Excitación a la Guerra Civil; Instigación a delinquir; Instigación a la desobediencia de las Leyes; Daños a la propiedad pública; Uso de arma genérica y Asociación para delinquir.

El capitulo IV del Código penal venezolano nos dice:
“El De los que excitan a la guerra civil, organizan cuerpos armados o intimidan al público”

Artículo 294.- El que haya ejecutado algún acto que tenga por objeto exponer alguna parte de la República a la devastación o al saqueo, será castigado con prisión de dieciocho meses a cinco años. Si la tentativa se efectuare, siquiera en parte, se impondrá la pena de presidio de cinco a nueve años.

Es decir, amigos lectores…el haber dicho al canal de televisión VTV, el canal del gobierno, que el, Julio Cesar Rivas tenia derecho de llegar a la Asamblea Nacional, como lo tenemos todos los venezolanos, derecho que se nos ha prohibido por el miedo que les da a los representantes de dicho Hemiciclo de que les digan que no nos representan porque fueron elegidos con menos del 17% de los votos, y que por lo tanto todas aquellas leyes que están aprobando como chorizos son ilegales, inconstitucionales, ilegítimas, ya que solo obedecen a los dictámenes del TCP y a su represor y dictatorial sistema de gobierno, bastó, para que él, un crio de 22 años, fuera acusado de intentar devastar a una zona del territorio nacional.
*Según el diccionario de la real academia española, “devastar” significa: 1. tr. Destruir un territorio, arrasando sus edificios y asolando sus campos. 2. tr. Destruir (‖ reducir a pedazos o a cenizas). Otra definición: devastación: Destrucción total de un territorio, generalmente por una catástrofe natural o por una guerra.

Yo hoy, quiero decirle a los Fiscales, a la Juez de control, a la Fiscal General de la República, al Ministro de Interior y de Justicia, y al teniente coronel presidente, que seria bueno que se montaran en un autobús, vía Barinas-Táchira, y constataran que es devastación de un territorio otrora productivo, verde, infinito, ahora quemado, lleno de ranchos, producto de las invasiones y confiscaciones ilegales promovido por un régimen inepto que sin importarle los derechos constitucionales de propiedad privada, ranchificó las tierras, produciendo la caída abrupta de la producción nacional.

También quiero que me expliquen como este muchacho que ejercía su derecho a la protesta, como los miles de ciudadanos que estábamos ahí ese día, llamó a la desobediencia de las leyes y a delinquir… ¿Alguien lo oyó dando un discurso como esos que se lanza el TCP en sus alocuciones semanales instigando al odio entre venezolanos?

En cuanto al uso de arma genérica, es uno de esos delitos que no contemplados en las leyes, se sacan de todavía no sabemos donde, para que sumen la cayapa de infracciones que le suman a quienes disienten. Personalmente creo que ellos disfrutan cuando leen los cargos y ven como extendieron la plana.

Mas debe preocuparnos, la “asociación para delinquir”. Dentro de poco, y espero no se lo tomen a chiste, las asambleas de vecinos, las juntas de condominio, los foros, las reuniones de miembros de organizaciones o asociaciones, y todo aquello que implique reunión de dos o mas personas para organizarse, que nada tenga que ver con la veneración al TCP o a las actividades de su revolución personalista mal llamada socialismo del siglo XXI, podrá ser tipificada como “asociación para delinquir”. Sería bueno recordarle a los lectores, que en los regímenes comunistas, no se permiten reuniones, ni asociaciones, ni nada que pueda tener indicios de que varias personas discutan o hablen del Régimen opresor.

Para terminar, este artículo que hoy escribo con lagrimas en los ojos, como madre, como venezolana, como miembro de un gremio que se ve con las manos atadas ante tanta injusticia, quiero decirle a Julio César Rivas, que me siento orgullosa de conocerlo, de asistirlo, y de haberle dado ese abrazo de madre que no tuvo, en nombre de ella y de las miles de mujeres que estamos dispuestas a seguir luchando por la Libertad de nuestro País.