http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=341924
Opinión
Salida ordenada o caos destructor
Alejandro Peña Esclusa
http://www.fuerzasolidaria.org/
Hace tres semanas, comencé una serie de artículos en los que planteo la necesidad de lograr un pronto cambio de gobierno. Aunque algunos dirigentes de oposición proponen esperar hasta el 2012, la permanencia de Chávez en el poder es, además de inconveniente, políticamente inviable; esto lo reconocen incluso sectores del propio chavismo.
En el primero, titulado “Si no actuamos pronto, nos culparán a todos”, comparo nuestra situación con la del pueblo alemán, que por no haber salido de Hitler a tiempo, sufrió una guerra, seguida de la división de su territorio y la pérdida de su soberanía. Poco después de haberse publicado el artículo, PDVSA fue embargada, mostrándonos un anticipo del futuro que nos espera.
En el segundo, titulado “Se buscan 10 hombres justos”, propuse la conformación de un equipo de gente honorable, capaz de guiar a los venezolanos en medio de la grave crisis que se avecina.
En el tercero, titulado “¡Ni un día más!”, propuse la conformación de un movimiento nacional –inorgánico y no partidista– que realice acciones pacíficas destinadas a expresar el sentimiento mayoritario de los venezolanos, respecto a la urgencia de cambiar el Gobierno.
Hoy –el cuarto artículo de la serie– invito a abogados y juristas a elaborar una propuesta concreta para reemplazar al Gobierno, mediante un mecanismo pacífico, democrático y constitucional.
Para que sea legítimo, el procedimiento de reemplazo debe ser explicado claramente al país, sometido a un debate nacional, y posteriormente respaldado por los gremios, sindicatos, universidades, academias, asociaciones civiles y, por supuesto, el pueblo venezolano. No menciono a los dirigentes políticos, porque están concentrados en ganar las próximas elecciones regionales; aunque muchos de ellos se sumarán más adelante.
Es de gran importancia resaltar que el principal objetivo de esta propuesta es evitar la violencia. Porque si no se logra una salida ordenada y consensuada del Gobierno, de todas maneras caerá, pero como resultado de una explosión social que arrasará con todo.
Los miembros del Alto Gobierno considerarán esta iniciativa “golpista” y la atacarán con toda su fuerza, incluso recurriendo a la violencia. En medio de su arrogancia y su ceguera, no se dan cuenta de que sus días están contados. Paradójicamente, esta propuesta podría “salvarle el pellejo” a muchos chavistas, porque las otras opciones –el estallido social y el caos destructor– son infinitamente peores para ellos. Baste recordar cómo ha actuado el pueblo contra los principales personeros de regímenes dictatoriales que han caído en el pasado.
En conclusión: O nos anticipamos a la crisis que se avecina, mediante una salida planificada y ordenada del Gobierno, o –inexorablemente– el terremoto social seguirá su cauce, dando paso a una destrucción sin precedentes.
Opinión
Salida ordenada o caos destructor
Alejandro Peña Esclusa
http://www.fuerzasolidaria.org/
Hace tres semanas, comencé una serie de artículos en los que planteo la necesidad de lograr un pronto cambio de gobierno. Aunque algunos dirigentes de oposición proponen esperar hasta el 2012, la permanencia de Chávez en el poder es, además de inconveniente, políticamente inviable; esto lo reconocen incluso sectores del propio chavismo.
En el primero, titulado “Si no actuamos pronto, nos culparán a todos”, comparo nuestra situación con la del pueblo alemán, que por no haber salido de Hitler a tiempo, sufrió una guerra, seguida de la división de su territorio y la pérdida de su soberanía. Poco después de haberse publicado el artículo, PDVSA fue embargada, mostrándonos un anticipo del futuro que nos espera.
En el segundo, titulado “Se buscan 10 hombres justos”, propuse la conformación de un equipo de gente honorable, capaz de guiar a los venezolanos en medio de la grave crisis que se avecina.
En el tercero, titulado “¡Ni un día más!”, propuse la conformación de un movimiento nacional –inorgánico y no partidista– que realice acciones pacíficas destinadas a expresar el sentimiento mayoritario de los venezolanos, respecto a la urgencia de cambiar el Gobierno.
Hoy –el cuarto artículo de la serie– invito a abogados y juristas a elaborar una propuesta concreta para reemplazar al Gobierno, mediante un mecanismo pacífico, democrático y constitucional.
Para que sea legítimo, el procedimiento de reemplazo debe ser explicado claramente al país, sometido a un debate nacional, y posteriormente respaldado por los gremios, sindicatos, universidades, academias, asociaciones civiles y, por supuesto, el pueblo venezolano. No menciono a los dirigentes políticos, porque están concentrados en ganar las próximas elecciones regionales; aunque muchos de ellos se sumarán más adelante.
Es de gran importancia resaltar que el principal objetivo de esta propuesta es evitar la violencia. Porque si no se logra una salida ordenada y consensuada del Gobierno, de todas maneras caerá, pero como resultado de una explosión social que arrasará con todo.
Los miembros del Alto Gobierno considerarán esta iniciativa “golpista” y la atacarán con toda su fuerza, incluso recurriendo a la violencia. En medio de su arrogancia y su ceguera, no se dan cuenta de que sus días están contados. Paradójicamente, esta propuesta podría “salvarle el pellejo” a muchos chavistas, porque las otras opciones –el estallido social y el caos destructor– son infinitamente peores para ellos. Baste recordar cómo ha actuado el pueblo contra los principales personeros de regímenes dictatoriales que han caído en el pasado.
En conclusión: O nos anticipamos a la crisis que se avecina, mediante una salida planificada y ordenada del Gobierno, o –inexorablemente– el terremoto social seguirá su cauce, dando paso a una destrucción sin precedentes.
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