NINGUNA AUTORIDAD POR MÁS PODEROSA QUE SE CREA PUEDE ATENTAR CONTRA TUS DERECHOS UNIVERSALES

jueves, julio 23, 2009

Retumba en Honduras el eje de América



Por: Vasco da Costa
Pensador Político
Presidente del Foro de Caracas

La democracia es una forma de gobierno que tiene como mecánica estructural el juego de las mayorías en justas electorales, el respeto por las minorías y la soberanía del pueblo. La base fundamental de la soberanía popular es la igualdad de todos frente a la ley, la cual siempre debe imperar.
Pero la democracia solo es tolerable si en ella se respetan los principios y valores fundamentales de nuestra Civilización Occidental y Cristiana, el Derecho Natural, los Derechos Humanos, las libertades individuales y la dignidad del ser humano.
Es absurdo hasta el ridículo afirmar que las mayorías pueden decidir cualquier cosa sin límites, o peor, que el “poder originario”, el “poder constituyente”, el endiosamiento de las constituciones, u otros tipos de inventos del socialismo del siglo XXI, puedan revestir de una legitimidad absoluta lo que ellos decidan. Por ejemplo, si una democracia decide por el juego de las mayorías que a partir de cierto momento se puede esclavizar a los negros, eliminar a los judíos, reprimir a los disidentes, asesinar a los hijos dentro del vientre de las propias madres, robar las propiedades de una clase social o matar a los que sufren alguna minusvalidez, esa democracia sería ilegítima y los ciudadanos tendrían la obligación de no cumplir las leyes y de hacer todo lo posible por eliminar esa situación en el menor tiempo posible.
La revolución bolivariana es fundamentalmente atea, materialista y contra natura, quiere destruir todas nuestras tradiciones y costumbres, ataca a nuestra religión, se entromete en el ceno de la familia, roba nuestras propiedades, empobrece al pueblo, tortura o asesina a los opositores, cercena nuestra libertad, reprime a la población y utiliza todo el poder del estado para imponer fraudulentamente su perversión. Ella, sin darse cuenta, está destruyendo en la mente colectiva del americano cualquier ilusión sobre el socialismo, desnudando frente a nuestros pueblos lo más perverso y criminal de la izquierda.
Pero no solo eso, los pueblos de las Américas observan estupefactos como la izquierda, que se dice democrática, en el continente y en Europa, apoyan al tirano de Venezuela en su avanzada revolucionaria. Seguramente unos lo hacen por la ceguera que les producen los chorros del dinero mal habido que reciben de Chávez, otros por la ilusión de que ya llegó la hora en que se pueden sacar el disfraz democrático o moderado y que podrán lograr lo que siempre desearon, otros por pusilánimes y algunos por temor.
Pero la verdad es que por la revolución bolivariana y sus cómplices, en los últimos acontecimientos, no solo se está destruyendo en la mente del colectivo la idea del socialismo, sino hasta la confianza en la democracia.
El problema de Honduras está moviendo el propio eje del continente americano. Vemos a Hugo Chávez cacarear como gallina clueca cada vez que pasa un avión norteamericano sobre nuestro territorio o cuando se acerca un barco a nuestras costas, denunciando con ligereza que nos quieren invadir, haciendo alarde de su inteligencia al revelar una vez más el ridículo magnicidio que siempre descubre. Pero nadie le dice nada cuando él manda un avión venezolano, tripulado por militares, violando el espacio aéreo hondureño, en una fallida invasión, llevando a un individuo que intentó dar un golpe a la constitución de su país y que por eso fue expulsado, creando un conflicto interno de ese país, y además también llevando a un sacerdote comunista y apostata de la Iglesia Católica, que transformado en político nicaragüense fue enviado por su país como embajador delante de la ONU y que por presidir pro tempore la Asamblea General de esa organización multilateral, se creyó revestido de los poderes y la fuerza de un Stalin para todo el continente.
Fue tan ridícula esa fracasada ofensiva revolucionaria que el señor Insulza, que siempre es tan sensible al dinero que el tirano de Venezuela le consigue fruto de la droga o del robo a la factura petrolera, la Presidenta Argentina, siempre tan temerosa y presionable y el tirano ecuatoriano, siempre tan inexperto en sus bravuconadas, fueron en otro avión a un país cercano, seguramente para celebrar la victoria revolucionaria y entrar posteriormente por la puerta grande…, pero por el contrario, lo que consiguieron fue desprestigiar y deslegitimar las instituciones que representan o exponer al ridículo los países que presiden, haciéndose partícipes de la cobardía e ineptitud del tirano de Venezuela.
Los socialistas europeos están haciendo comparsa junto con los revolucionarios de las tres Américas para intentar presionar a Honduras, a ellos pareciera que se les está pegando la estupidez de la revolución bolivariana, da la impresión que no perciben la profundidad del problema, la dignidad del pueblo hondureño, ni la importancia para las naciones americanas de la resolución mostrada en Honduras. Pareciera que los europeos no se recordasen que fue la indolencia de las democracias parlamentares burguesas de la primera mitad del siglo XX frente a toda clase de totalitarismos revestidos de democracia a partir de 1917 lo que les llevó a una guerra destructiva y casi a la desaparición de las democracias en ese continente.
O acaso será que los europeos, ¿no ven la perversión de la tiranía socialista de Chávez?
¿No verán que la revolución bolivariana está intentando crear un bloque continental comunista?
¿No se han percatado que el tirano de Venezuela se ha intentado meter, entrometer o ha intervenido en Bolivia, Ecuador, Colombia, Nicaragua, todo el Caribe, Paraguay, Argentina, Perú o México?
¿No ven que está intentando crear un conflicto bélico en el continente, que utiliza el dinero del petróleo y de la droga para ese fin, que apoya, estimula y financia todo lo que es movimiento subversivo, terror internacional o los países parias?

Si los europeos de izquierda que se dicen democráticos no quieren ver esto, eso no significa que los pueblos de América no lo veamos. Honduras está retumbando en el propio eje de la institucionalidad del Continente Americano. Los pueblos de América, que somos amantes de nuestras tradiciones, fieles a nuestra religión, con identidad patriótica y nacional, respetuosos de nuestras leyes y costumbres, nunca permitiremos que el comunismo tome nuestras naciones. El podrá ser impuesto a contra pelo como en Cuba, por causa de los arreglos entre la Rusia Soviética y USA en la guerra fría, pero siempre teniendo la rebeldía de los pueblos, podrán seguir haciendo intentos como Jango en Brasil, Allende en Chile o Velasco en el Perú, pero siempre encontrando a unos pueblos que los paran y expulsan, podrán intentar avanzar en la flamante versión del socialismo del siglo XXI, populista, fraudulento y mentiroso, pero no lograrán gobernar los países cada vez que intenten implantar alguna de las perversiones del socialismo, podrán utilizar hasta la versión del socialismo moderado y democrático, pero tendrán que pedir perdón a los pueblos y mostrar la vergüenza cada vez que quieran hacer socialismo en países de economía capitalista. Pero lo que nunca van a conseguir es imponer a tiranos comunistas diciendo que son demócratas y con la aceptación del pueblo.
En Honduras el tirano de Venezuela y todos sus secuaces del socialismo del siglo XXI se dieron con una piedra en los dientes. Creían que podían contra esa nación porque es pobre y pequeña, pero no contaron con la dignidad de ese pueblo, la fortaleza de sus instituciones y el bagaje moral de sus Fuerzas Armadas. Honduras es la muestra clara de la inteligencia intuitiva del latino americano, que frente a la represión socialista sabe como actuar y cuando menos se lo esperen, es la muestra clara del rechazo de nuestros pueblos a la perversión socialista, es la muestra clarísima de que en nuestro continente cada vez que nos intenten imponer el socialismo revolucionario, mismo que sea disfrazado de democracia y con presiones internacionales, lo que siempre van a encontrar como respuesta es La Contra Revolución viva de pueblos que no ceden su Libertad.