NINGUNA AUTORIDAD POR MÁS PODEROSA QUE SE CREA PUEDE ATENTAR CONTRA TUS DERECHOS UNIVERSALES

martes, marzo 03, 2009

Al limite...


Por Macky Arenas
El martes 3 está de cumpleaños el Comisario Iván Simonovis. Junto a otros compañeros, a quienes reconocemos como verdaderos comisarios policiales de mérito en este país, es víctima de uno de los casos, icono en Venezuela y el mundo, de pavorosa violación de los derechos humanos por parte de un gobierno en ejercicio. Una clara evidencia de terrorismo de Estado.
En Venezuela, la irregularidad es la constante en el juicio que contra ellos se lleva a cabo desde hace cuatro años. Un juicio que debió durar entre 3 y 8 meses. La pantomima de juicio más larga de toda la historia de la arbitrariedad en Venezuela. Todo este tiempo han permanecido detenidos sin sentencia. Todo este tiempo recluidos en una mazmorra de la policía política, sin ver el sol más que cuando son trasladados a un tribunal ubicado a dos horas de Caracas. Estratégicamente retirado de la capital, a fin de facilitar los manejos amañados.
La juez se mueve por hilos que tejen desde el palacio de Miraflores. Ella es uno de los emblemas de la injusticia en este país. Tarde o temprano pagará por eso, pero mientras tanto hay familias que viven ese via crucis, niños que sufren, esposas y madres humilladas y compatriotas que pagan por delitos que no cometieron. Pero el régimen tiene que salvar la cara ante quienes exigirán cuentas por la masacre del 11A. La injusta prisión de estos dignos policías de carrera cumple ese perverso objetivo.
Hasta la fecha, tres de ellos, Iván Simonovis, Henry Vivas y Lázaro Forero, de impecable trayectoria de servicio en puestos de comando policial, han vivido un verdadero calvario. Han debido rodar esposados dentro de una patrulla más de 270 horas a lo largo de 40 mil kilómetros, sólo para soportar que la mayoría de esas audiencias hayan sido canceladas. La turbia crueldad de la Fiscalía es el más eficaz instrumento de tortura, alegando continúa inconformidad con las actas del juicio. Desde agosto del año pasado están paralizadas conclusiones para las cuales habrían bastado 8 días. La Fiscalía y el tribunal cumplen eficazmente un calculado y macabro peloteo.
Tienen 40 mil horas detenidos en calabozos de 2x2, un pasillo de metro y medio de ancho y 25 mts. de largo, con aire viciado y sin entrada natural de luz. Día a día aumentan las personas hacinadas en un lugar que no fue diseñado para ese propósito.
Desde hace seis meses, el juicio permanece paralizado. A punto de finalizar el proceso, apareció de nuevo en escena la Fiscalía solicitando un avocamiento ante el Tribunal Supremo de Justicia que, en caso de ser admitido, podría anular todas las más de 216 audiencias del juicio, colocando el proceso de nuevo al inicio, vale decir, en cero.
Los países que se comprometieron a garantizar el debido proceso, entre ellos El Salvador (país que negó el asilo a dos de ellos y los entregó a las autoridades venezolanas) han brillado por su ausencia. El parapeto sigue montado y no queda sino denunciar esta vergüenza a través de los medios y ante instancias internacionales competentes. Como dice la defensa, "porque si en Venezuela no hay justicia, la buscaremos donde sí la haya".
Macky Arenas
Periodista y socióloga venezolana
mackyar@gmail.com