NINGUNA AUTORIDAD POR MÁS PODEROSA QUE SE CREA PUEDE ATENTAR CONTRA TUS DERECHOS UNIVERSALES

martes, mayo 26, 2009

Juan Carlos Sosa Azpúrua // La libertad no es material electoral o रेफ्रेंदारियो



No hay dudas que el gobierno quiere imponernos la libertad como un lujo de pocos

Una sociedad sin libertad es una cárcel. ¿Libertad es publicar este artículo? Cuando se habla de ser libre, la lógica del concepto se traduce en la capacidad de darle rienda suelta al espíritu y transformarlo en la obra que cada quien decida esculpir. Ser libre significa vivir en un entorno que no obstaculice el desarrollo personal, caminar por la vida sin ser bombardeado de mensajes cotidianos que neutralicen la imaginación y frustren la iniciativa individual. Ser libre implica también manifestar la opinión personal, por ejemplo un artículo de prensa, sin temores a que la fuerza del Estado aplaste lo que quiera de uno sin que se pueda hacer nada para impedirlo.

Los regímenes colectivistas, aquellos que sostienen que la comunidad social es superior al individuo, son en sí mismos sistemas que se oponen a la ley natural, entelequias que solamente pueden tener eco en grupos humanos profundamente primitivos. Nada, absolutamente nada, es superior al individuo. La naturaleza proporcionó al hombre la luz de la conciencia, que viene acompañada de un termómetro vital llamado responsabilidad individual. La conciencia implica límites, un ser responsable sabe hasta dónde puede extender su libertad sin ocasionar daño a otro. Una sociedad es el conjunto de seres concientes, personas que entienden que solamente con respeto al semejante puede haber armonía. Una vez establecida esa regla, es evidente que nace su excepción.

Todo universo humano contiene elementos que violan la ley natural, que dejándoles libres deterioran la libertad de los demás. La humanidad creó el sistema de normas que hizo posible las instituciones que dan forma a lo que se conoce como Estado. El Estado necesita de gobierno, y es el grupo social el que determina quienes lo ejercen, cómo lo hacen y hasta cuándo se extienden los tiempos de su acción.

Límite a la libertad Ser libre es un derecho natural, intrínseco al hombre por el hecho de serlo. Nadie ni nada puede cuestionar esa premisa. No existe poder en el mundo capaz de relajar el concepto de libertad, mucho menos una consulta popular, así sea el 99% consultado el que convenga en ponerle límites al principio.

Existen variadas formas de vivir la libertad. La expresión del pensamiento, el ejercicio económico, la propiedad de bienes materiales e inmateriales, la preservación de la vida, el acto reproductivo, la crianza y educación propia y de los hijos, el aire y la naturaleza, la expresión de gustos y preferencias, y todo aquello que cada quien decida voluntariamente, siempre y cuando no afecte con su escogencia los mismos derechos que tiene el otro, su semejante. La Constitución, madre de toda norma social, salvaguarda el principio de libertad humana.

En Venezuela, la Carta Magna contiene dos artículos emblemáticos: El 333 establece la obligación que tiene cada quien de contribuir al reestablecimiento de los principios que contempla la norma constitucional y que han sido vulnerados. El artículo 350, otorga a cada persona el derecho y el deber de desconocer a todo régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos. En este orden de cosas, el comunismo y el socialismo no tienen cabida en Venezuela, y tampoco en ninguna parte donde exista civilización humana. Ambos sistemas de gobierno menoscaban la libertad individual, tanto el primero como el segundo, cuando abandonan su radio ideológico para imponerse como organizaciones sociales obligatorias, son violatorios de los principios democráticos y los derechos humanos.

Cuando los bienes de producción son secuestrados por el Estado y/o cuando se ponen límites discrecionales al ejercicio de la libertad individual, toda persona tiene el derecho de oponerse y desconocer a la autoridad que pretenda hacerlo.

¿Vía antidemocrática? En Venezuela se viene difundiendo la idea de que todo lo que implique desconocer al gobierno en forma distinta a la electoral, es una aventura antidemocrática que viola el derecho del pueblo de escoger a sus representantes. Esta idea se fortalece con ciertos precedentes cercanos que han sido (¿comercialmente?) condenados y etiquetados.

El 11 de abril de 2002, muchas personas reclamaron su libertad, señalando a quien detentaba el poder ejecutivo como un agente que ponía frenos y violaba derechos humanos fundamentales. Ese día, quien ocupaba la presidencia ordenó al Ejército, a la Guardia Nacional y a la Guardia de Honor que saliera a las calles a reprimir a la población civil. Exigió la activación del Plan Ávila, que consistía en darle trato de guerra a un acto cívico y pacífico. Los militares que recibieron la orden, actuando según lo dicta la misma Constitución, desconocieron la autoridad de quien impartía órdenes violatorias a lo más sagrado del ser humano: la vida.

El gobierno dejó de serlo al instante en que se puso al margen de la Constitución, no hubo golpe de Estado, lo sucedido fue una ausencia de poder por desconocimiento de quien hasta ese entonces lo ejercía. Lamentable fue la manera como se pretendió llenar el vacío, pero eso no cambia para nada la ley natural (y constitucional) que fundamentó la caída del gobierno. Al regresar las cosas al estado previo a los acontecimientos que generaron el vacío, se desnaturalizó la justicia debida porque se pretendió cambiar artificialmente lo que naturalmente no podía cambiarse: la naturaleza ilegítima del gobierno. Siete años después, se evidencia este error de manera pública y notoria. Se arremete sin clemencia contra los derechos humanos. Las fuerzas políticas y militares han pretendido mantener un orden de cosas inexistente. El poder Ejecutivo ha corrido la versión del "golpismo" para explicar los sucesos de 2002, y muchos incautos (y algunos nada incautos) aceptan como loros esa mentira.

Dama de 80 años Venezuela es hoy como la mujer que no acepta el paso del tiempo. Esta nación es una dama de 80 años que se estira el rostro, se unta maquillaje y se viste sexy. Pretendemos tener un orden de cosas que no tenemos. Se convocan elecciones, se habla de referéndums, se insiste en temas electorales, cuando sufrimos un drama que no puede resolverse de esa manera.

A elección y consulta se someten planteamientos que no vulneren la libertad de nadie. Las mayorías pueden decidir sobre la pintura de un edificio o el gobernante de un poder que no vulnere los derechos humanos. Pero una mayoría jamás puede decidir si la libertad individual (aunque sea de una sola persona) quedase en entredicho con esa elección; y eso es precisamente lo que se pretende. El "Socialismo del Siglo XXI" es una entelequia que puede debatirse teóricamente, pero al pretender convertirlo en práctica social se transforma en una violación flagrante a los derechos humanos. En la realidad ya sabemos lo que implica esa entelequia.

No existen dudas con respecto a que el objetivo de quienes hoy gobiernan consiste en la materialización de una sociedad donde la libertad es un lujo de pocos. En 2002 este gobierno perdió su legitimidad. Lo sucedido después es cirugía plástica. La sociedad venezolana, incluyendo necesariamente la institución militar, tiene el deber de desconocer al gobierno actual y establecer un orden de cosas que respete la libertad.

Graduado en Leyes por Harvard y la UCAB Profesor universitario

Fuente:http://deportes.eluniversal.com/2009/05/25/opi_art_la-libertad-no-es-ma_1400947.shtml