Nuestro Judas merece la hoguera

En San Martin, barriada muy cercana a Miraflores, queman a chávez y sus secuaces.2009
Foto cortesía de Ovario, Noticiero Digital.

Artillería de Oficio
Nuestro Judas merece la hoguera .
Por: Marianella Salazar

*El abatimiento producido por la abominable sentencia de la jueza Marjorie Calderón contra los comisarios y efectivos de la Policía Metropolitana, el largo vía crucis que durante cinco y seis años han padecido junto a sus familias, está reviviendo el relato lleno de lágrimas, llagas y espinas que resuena de nuevo en el eco de las iglesias durante esta Semana Santa. La imagen de la Dolorosa, encarnada en esas madres, esposas e hijas de los condenados, cuyo sufrimiento es solo comparable a la agonía de la Virgen María y de María Magdalena ante la cabeza doblada del Crucificado, no se puede tirar al olvido, el dolor genera conciencia, es conveniente rememorarla a cada instante, hasta recuperar la justicia y libertad. Tampoco hay que olvidar los nombres de las siniestras jueza y fiscal, Marjorie Calderón y Haifa Aissami, que merecen ser juzgadas y medidas con la misma vara que aplicaron con sus perturbadoras brutalidades jurídicas.

Esas desgarradoras escenas en el tribunal de Aragua -cuando se anunció la terrible condena-, que destrozan el alma y llenan de indignación, obligan a voltear los ojos hacia el responsable de las muertes en aquel fatídico 11de abril del 2002. Hacia quien ordenó activar el Plan Ávila. Existe un testimonio grabado que revela cómo Tiburón 1 no solo monitoreó la marcha pacífica del 11 de abril, que inocentemente se desvió hacia Miraflores, sino que fría y calculadamente giró instrucciones a su red de tiburones para evitar que los manifestantes llegaran hasta el palacio presidencial, ordenando al Batallón Ayala y a las tropas del Batallón de Infantería Bolívar que reprimieran la marcha, con las consecuencias mortales que provocaron que el Alto Mando Militar le pidiera la renuncia, "la cual aceptó", como reza el Evangelio según Lucas Romero.

Chávez ha construido su leyenda negra, tiene el perfil perverso de Judas que se asoma para regocijarse con nuestro calvario. El domingo de Resurrección se practica la quema de Judas, hagámosla con la efigie del traidor.

Por más que intenta compararse con Cristo, su identidad bíblica califica con la del Iscariote.