Basta ya!

Por Marianella Salazar
Cortesía de ND.

Cómo se tardaron los partidos de oposición en comprender lo que en la sociedad civil hemos entendido perfectamente: que Hugo Chávez es un dictador y que su régimen es sustancialmente totalitario.

-Casi todas las organizaciones políticas, empezando por Un Nuevo Tiempo y por su máximo dirigente, Manuel Rosales, se empeñaron en no llamar las cosas por su nombre y siguieron trabajando en función de preservar sus espacios e intereses políticos electorales hasta lograr unas cuotas concretas de poder, que hoy se encuentran arrinconadas y burladas.

-Ese poder se volvió ilusorio. Gracias a esa falta de visión, es que Chávez pudo vaciar las instituciones democráticas y dejarlas en el mismo estado de indefensión que al resto de los ciudadanos. Es por eso que Rosales, feroz e implacablemente perseguido, pasa a la clandestinidad y el alcalde metropolitano Antonio Ledezma se queda en el aire, sin sede, sin recursos, representando la institucionalidad y defendiéndola, pero solo como concepto.

-Esta etapa del proyecto revolucionario bolivariano, de todas, es la más cínica y perversa. Chávez convirtió a Venezuela en plataforma latinoamericana para la subversión, neutralizó a la Fuerza Armada como institución democrática y la subordinó a una milicia controlada por un mando de oficiales chavistas en combinación con el Ejército castrista (los cubanos no llegaron solo con batas médicas, están en todos los puestos y en funciones estratégicas).

-Gracias a la intervención cubana, Chávez ha logrado el desmantelamiento institucional, mientras una cúpula de la dirigencia política, empresarial y mediática ha venido actuando bajo los parámetros de la dinámica propia de un sistema democrático. Lo grave es que todavía haya algunos ilusos -por no decir sospechosos colaboracionistas- que insisten en mantener un diálogo con el gobierno.

-Señores, ustedes lo saben, en un régimen totalitario no existe relación gobierno-oposición. ¿Van a seguir en eso, mientras Chávez y sus secuaces confiesan públicamente que están a la ofensiva, es decir, en acciones de exterminio político? ¿Qué más tiene que pasarle a la dirigencia de oposición, además de meterlos presos, de la posible confiscación de sus bienes e invasiones a sus propiedades? ¿Aguardan que los maten? Quienes permiten que el más fuerte abuse sin impedírselo pudiendo hacerlo, no son pacíficos (esa cantaleta de que en la oposición somos pacíficos la esgrimen para justificar su inercia), ni siquiera son cobardes, sino cómplices del tirano. ¡Basta ya!, o acaso esperan una declaración oficial aceptando que la naturaleza del régimen es totalitaria para actuar como se hace en tiempos dictatoriales, si es así, pues seguirán consciente o inconscientemente en la falsa realidad, porque Chávez asumió de hecho su naturaleza de tirano infame.
*Tic tac*

*Operaciones encubiertas: la DIM utiliza a grupos comando de una de las policías municipales del área metropolitana, vestidos de civil, en procedimientos judiciales porque no confía en sus funcionarios para operaciones encubiertas y altamente clasificadas.

*Soles y olores: desde que llegó -aunque se le ve muy poco- el vicepresidente Carrizález al Ministerio de la Defensa, el control administrativo se ha vuelto un despelote; según las fuentes, el mismo vicepresidente reconoció en una reunión que allí “nadie le para bola” y era mejor darle esa misión al general Noel Martínez Grisanti, viceministro de Servicios, a quien ordenó “neutralizar todo olor de la legión de oficiales evangélicos”, comprometidos con el ex ministro Rangel Briceño…
*tic tac*.