NINGUNA AUTORIDAD POR MÁS PODEROSA QUE SE CREA PUEDE ATENTAR CONTRA TUS DERECHOS UNIVERSALES

sábado, octubre 27, 2012

¡Hay cáncer! El país se ha convertido en el circo más grande del mundo. Hay función todos los días y a toda hora

LUIS JOSÉ UZCÁTEGUI| EL UNIVERSAL jueves 25 de octubre de 2012 12:00 AM Una vez más el gobernante atrapa y hace con las emociones de los venezolanos lo que le viene en gana. Ahora habla de su salud... De sus debilidades... De lo que pudo haber hecho... De su potencial... Juguetonamente amenaza con el "mensaje a García". La estrategia mediática de lanzar comunicaciones altamente sensibles mueve automáticamente la atención y curiosidad del humano y lo transforma en seguidor agradado o iracundo. ¡Pero logra su objetivo! Al convertirse el mandatario en producto -obviamente emocional, como son todos los productos desde los que vienen embotellados hasta los que se empaquetan en programas televisivos- ocupa la mente de millones de ciudadanos. Estrategia utilizada de cautivar con la imagen y recursos del poder al mayor número de pensantes y convertirlos en seguidores, algo así como en las escenas de los experimentos de Pávlov con el toque de la campana. Y si, además, hay dinero para reforzar el condicionamiento, fatal. Una realidad bastante cotidiana es vincularse a los mensajes de un presidente o aspirante. El episodio más reciente, el pueblo americano con lo que dice Obama y Romney. Y es obvio, muchas "bocas" y "corazones" están sujetados a las decisiones de un solo hombre, y lo que diga o haga invade de expectativas. Pero el caso venezolano es único. El país se ha convertido en el circo más grande del mundo. Hay función todos los días y a toda hora. El formato se cambia y la técnica del Reality Show se utiliza con frecuencia. Y cuando ya un mensaje se agota se genera otro. ¿Dónde pasa algo similar? ¿En dónde millones de seres dependen totalmente de la jocosidad, improvisación, canto, ineficiencia, baile, agresión, amenaza, ofertas, regalos y salud del presidente? Cuando esto sucede en una nación es inobjetable que su cultura está muy enferma. Cuánto tiempo y trabajo cerebral se pierden siguiendo mensajes, espectáculos... Tiempo que se podría utilizar en estudiar, investigar, crear, construir y tener una nación no polarizada, moderna, estable, justa, moral y equitativa. ¡Pero no! A cambio se infesta a la sociedad al depender totalmente del show, chantaje, miedo, ilusión morbosa, populismo y beneficios materiales. Este padecimiento social es muy parecido a los problemas de cáncer, pues muchas veces las metástasis son silenciosas, lentas, pero letales. @LuisJUzcategui

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